martes, 5 de febrero de 2013

Elizabeth Báthory

Elizabeth Bathory,aristócrata húngara perteneciente a una de las familias más poderosas de su país. Ha pasado a la historia por haber sido acusada y condenada de ser responsable de una serie de crímenes motivados por su obsesión por la belleza que le han valido el sobrenombre de «la Condesa Sangrienta». Erzsébet tiene el record Guiness de la mujer que más ha asesinado en la historia de la humanidad, con 630 muertes.

Biografía:

Nació el 7 de agosto de 1560, en Hungría, en una de las familias más antiguas y adineradas de Transilvania: los Erdély. Su infancia transcurrió en el castillo de Csejte y antes de cumplir los seis años sufría ataques de lo que se puede considerar epilepsia.A los once años fue prometida con su primo Ferenc Nádasdy, conde. A los doce empezaron a vivir juntos en el castillo de él y nunca tuvo buena relación con su suegra, Úrsula. A diferencia de lo que era propio en la época, recibió una buena educación y su cultura sobrepasaba a la de la mayoría de los hombres de entonces.
A los quince años, en 1575, se casó con Ferenc, que entonces contaba 20 años de edad. La ceremonia tuvo lugar con gran lujo en el castillo de Varannó. Fue Ferenc quien adoptó el apellido de soltera de su esposa, mucho más ilustre que el suyo. Se fueron a vivir al castillo de Cachtice, en compañía de su suegra Úrsula y otros miembros de la casa.
 El joven conde no pasaba mucho tiempo por allí: la mayor parte del tiempo estaba combatiendo en alguna de las muchas guerras de la zona. El 4 de enero de 1904, el Caballero Negro de Hungría, como se conocía a Ferenc por su fiereza a la hora de combatir, murió de súbita enfermedad durante una de sus batallas y dejó viuda a Isabel, que contaba con 44 años. Es aquí cuando comienzan, según sus acusadores, sus crímenes. Para empezar, despidió a su muy odiada suegra del castillo, junto con el resto de la parentela Nádasdy; las muchachas a las que ésta protegía en esos momentos fueron llevadas a los sótanos y allí recibieron por fin los castigos que, en opinión de Isabel, se merecían. Es por esta época que empiezan a escucharse rumores de que algo muy siniestro ocurre en el castillo de Čachtice. 
A través de un pastor protestante local, llegan historias de que la condesa practica la brujería y para ello utiliza la sangre de muchachas jóvenes. Matías ordena a un primo de Isabel, Jorge Thurzó, que tome el lugar con sus soldados y realice una investigación. Dado que la señora de Báthory carecía de fuerza militar propia, no hubo resistencia. Según la investigación del conde Thurzó, hallaron en el castillo numerosas muchachas torturadas en distintos estados de desangrado, y un montón de cadáveres por los alrededores. En 1612 se inició un juicio, en la sentencia todos fueron declarados culpables, algunos de brujería, otros de asesinato y los demás de cooperación. 
Todos los seguidores de Isabel, excepto las brujas, fueron decapitados y sus cadáveres quemados. Pero la ley impedía que Isabel, una noble, fuese procesada. Fue encerrada en su castillo. Tras introducirla en su mazmorra, los albañiles sellaron puertas y ventanas, dejando tan sólo un pequeño orificio para pasar la comida. Finalmente, el rey Matías II pidió su cabeza por las jóvenes aristócratas que supuestamente habían muerto a sus manos, pero su primo el Gran Príncipe de Transilvania, le convenció para que retrasara el cumplimiento de la sentencia de por vida. Así es que la condenaron a cadena perpetua en confinamiento solitario. Esta pena implicaba también la confiscación de todas sus propiedades, lo que Matías venía ambicionando desde tiempo atrás. El 21 de agosto de 1614, Isabel murió.

Número de asesinatos:

Se le acusa de haber matado a 630 mujeres, porque creía que si se bañaba en la sangre de jóvenes mujeres no envejecería. Esto empezó en 1604, poco después de la muerte de su marido. Una de sus sirvientas adolescentes, mientras la peinaba, le dio un tirón del pelo sin querer, y esta reaccionó reventándole la nariz. Cuando le salpicó la sangre, le pareció que donde le había caído, la piel estaba más suave y sin arrugas. Y pensó que había encontrado la solución a la vejez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario